viernes, 13 de junio de 2025

libro: El cazador de libros

Cada vez que un autor, cantante, director o actor que sigues y te gusta estrena nuevo lanzamiento uno no puede esperar para verlo u escucharlo. Es lo que pasa con la entrada de hoy, en la que vuelve a aparecer un escritor que se está convirtiendo en un habitual en este blog, pero al que ya llevo tiempo siguiendo y reseñando. En esta ocasión, nos presenta un thriller ambientado en nuestros días y que nos depara no pocas sorpresas. Pero no adelantemos acontecimientos y vamos a prepararnos para las aventuras que les esperan a nuestros protagonistas.

Escrito por Alberto Caliani, la trama nos cuenta como Beatriz Martínez es una filóloga que trabaja en una tesis sobre Cervantes, pero, en realidad, se encuentra en la Biblioteca Nacional con la intención de robar un misterioso manuscrito que se encuentra en la Cámara Carmesí. Cuando lo consiga, será el principio de una aventura en la que se verá perseguida por un cazador que trabaja para una hermandad encargada de velar por los documentos que se encuentran en la cámara.

Vaya con Alberto. No sé que les habrá dado a sus musas, o con que las alimenta. Pero, desde aquí le aconsejo que las siga tratando así de bien. No hay duda que le tiene cogida la medida al thriller, ya sea histórico o, como aquí, actual. En no pocas ocasiones, a lo largo del libro, nos pondrá de los nervios por las situaciones a las que hace pasar a los protagonistas, ya sea esquivando trampas en la línea de Indiana Jones, o con peligrosos sicarios que no albergan buenas intenciones.

Una de las especialidades de Alberto, como ha venido demostrando desde que empezó a ganarse las habichuelas en el mundo de las letras, es que sabe crear personajes atractivos para los lectores. Ya sean los héroes o los antagonistas. Es con los segundos donde nos presenta a unos villanos a los que da gusto odiar, y a los que les deseas el peor de los destinos. Ya que, una de las máximas dentro del género literario o cinematográfico, es el de crear a un malo que esté a la altura de las circunstancias.

Pues bien, aquí nos vamos a encontrar con dos de ellos que son unos cabronazos de padre y muy señor mío, capaces de las peores atrocidades. Uno de ellos nos demuestra que los monstruos, en no pocas ocasiones, caminan entre nosotros tal y como nos demuestra en algún que otro momento. El otro tarda en aparecer, si bien antes se nos han dado pistas de su carácter. Cuando lo hace, recupera el tiempo perdido y nos sorprende con su crueldad. Pero también nos vamos a encontrar con otros villanos que, pese a no alcanzar el nivel de amenaza de los ya citados, no tienen nada que envidiarles a ambos.

En el bando de los héroes nos encontramos, por citar a los más importantes, con Beatriz, Rhayader, mi personaje favorito, y con John, el cazador asignado a la misión. Por supuesto que hay más, pero prefiero que los vayáis descubriendo, tal y como hice yo a medida que iba avanzando en la lectura. Estos héroes y heroínas, nos demuestran que, a la hora de poner su vida en peligro, no lo dudarán en absoluto si con ello consiguen su meta.

Es interesante comprobar como Beatriz, la protagonista, se ve envuelta en una aventura que en principio parecía inofensiva. Por supuesto que no voy a desvelar que le lleva a cometer el robo, pero nos hace preguntarnos si nosotros, en su situación, no hubiéramos actuado igual. 

Pero si hay un personaje que consigue captar la atención de los lectores, sin duda sería John. Una figura con no pocos matices grises, al que vamos conociendo facetas a medida que la trama avanza. Su fachada borde y metódica, en realidad esconde a una persona cargada de remordimientos debido a los actos en los que se vio implicado en su pasado en la hermandad a la que pertenecía y que, a medida que se acerca el final, se plantea si los mismos fueron correctos o no una vez que ha dejado esa vida atrás.

Si hay algo que caracteriza la obra de Alberto, es el de incluir un determinado instante donde hace que te cabrees con él por lo que hace. Como no podía ser de otra forma, también ocurre aquí. Cuando llegué a ese instante pensé: no será capaz. Y lo hace. No aprendo. Pero es una de las señas de identidad del ceutí, es algo que no puede evitar.

Alberto no solo sabe crear situaciones que no tienen nada que envidiar a las cintas de aventuras clásicas, con búsqueda de tesoro incluido, sino también con las de acción. Sobre todo en los instantes finales que determinan el devenir de los acontecimientos, donde las explosiones, tiroteos y enfrentamientos físicos harán las delicias de los amantes de este género.

Ahora que llegan los calores y apetece más que nunca ponerse a leer, este libro es la opción ideal con la que combatir las horas con más temperatura del día. Una vez que comencéis a leer. os va a costar separaros del mismo ya que es bastante adictivo.

Tanto si os gustan los thrillers, como si queréis entreteneros durante varias horas, este volumen es la opción ideal tanto para leer como para regalar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario