Si a cualquier aficionado al séptimo arte, le preguntan por los compositores más famosos de la historia del cine, probablemente los primeros nombres que se le vengan a la cabeza, serían los que están en el enunciado de la entrada de hoy. Y es que, sus composiciones han sonado en algunos de nuestros filmes favoritos. Desde aquí, dar las gracias a la fundación por las entradas de cortesía, que han hecho posible la entrada de hoy.
José Luis López Antón, dirige una orquesta formada por 60 músicos que, durante cerca de dos horas, nos hicieron viajar desde países de nunca jamás, hasta el espacio, pasando por la antigua Roma o poniéndonos las espuelas y disparando más rápido que nuestros enemigos para alzarnos con la recompensa.
Interesante concierto que me sorprendió gratamente. No solo por los temas escogidos, sino también por como fueron ejecutados. Lo que hicieron fue ir alternando entre los compositores, tocar uno o dos temas para que, sin apenas dar un respiro a la audiencia, proceder a tocar el siguiente.
El primer tema escogido, nos hizo viajar al país de Nunca Jamás con Hook, una joya a rescatar dentro de la filmografía de Spielberg para, acto seguido, elevarnos en nuestras bicicletas y surcar los cielos al ritmo de la partitura de ET, compuesta por Williams.
Era el momento de ponernos las botas de cowboy y ganarnos los dólares, al son de los silbidos de La muerte tenía un precio de Morricone. Después, era la hora de resolver misterios en el Londres victoriano con Sherlock Holmes de Zimmer, y, una vez hecho, volvíamos a los 90 para subir a un helicóptero, que nos llevaría a un Parque Jurásico, donde nos tocaría escapar de los dinosaurios.
Para descansar las piernas, nos subimos en el tren que salía del andén nueve y tres cuartos, que nos llevaría a Hoghwarts, hogar de Harry Potter. Después, viajamos a la Italia de principio del siglo XX de Novecento, para después, oír la partitura de Cinema Paradiso, uno de los mejores momentos del evento.
Después de este instante de tranquilidad, viajamos a Sad Hill, para ganarnos los dólares. Acto seguido, era el momento de visitar Madagascar, y después adentrarnos en el mundo de los sueños de Origen.
El siguiente tema, nos hizo volver a creer que un hombre venido de Krypton podía volar. Después de surcar los cielos, conocimos a El Rey León con su suite. Para, acto seguido, volver a viajar al espacio para oír La marcha imperial, tema que, al igual que el anterior, arrancó no pocos aplausos entre la platea.
Era el momento de volver a calzarse las espuelas, para volver al Oeste con el tema principal de Él bueno, el feo y el malo. Sin dejar de lado la aventura, tocaba acompañar al arqueólogo más famoso de la historia del cine en su primera aventura buscando el arca perdida.
Zimmer fue el encargado de cerrar el concierto, con las suites de Gladiator y Piratas del Caribe. Morricone, con el bis de Él bueno... piso el broche final a la actuación.
La orquesta estuvo bastante bien, e incluso el director en los últimos instantes, interactuó en no pocas ocasiones con el público asistente, algo que, los que somos asiduos a este tipo de espectáculos, siempre agradecemos.
Esta era la primera vez que visitaban Logroño y, espero, que no sea la última vez. Si os gustan las bandas sonoras de estos compositores, y pasan por vuestra ciudad, no lo dudeis e id a verlos. Seguro que no os decepcionan.
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