Todos tenemos debilidades dentro del mundo del cine. Yo tengo unas cuantas dentro del séptimo arte, y una de ellas es la del realizador de la entrada de hoy. Un director que, salvo excepciones, Revolver y Barridos por la marea, suele ofrecer producciones bastante entretenidas. Algo que ha vuelto a conseguir con su última propuesta, un thriller con toques de comedia, que puede ser el inicio de una nueva saga si la taquilla acompaña.
Dirigida por Guy Ritchie, que se encarga del guión junto con Marn Davies e Ivan Atkinson, la trama nos cuenta como el MI6 recurre al agente Orson Fortune, Jason Statham, y su equipo para conseguir detener al traficante de armas Greg Simmonds, Hugh Grant. Para ello, se valdrán de la estrella de Hollywood Danny Francesco, Josh Hartnett, de quien Simmonds es gran seguidor.
Tras su última cinta Despierta la furia, en la que también estaban Statham y Hartnett, y con un tono más serio, Ritchie vuelve a ofrecernos un thriller pero con un tono más ligero y cómico. No resulta extraño ver el tono Misión imposible de la que hace gala su última propuesta. Ya que Fortune y su equipo viajarán de un lugar a otro del mundo, siguiendo pistas para conseguir su objetivo.
Pero donde la famosa saga de Cruise hace gala de espectaculares escenas de acción, que aquí también las hay, Ritchie apuesta en esta ocasión por un tono mucho más sobrio y cercano a aquellos thrillers que se producían en la década de los setenta., pero con el sello personal del realizador de Snatch.
No hay duda que el thriller es el género que mejor le sienta a Ritchie. Conoce los mecanismos del mismo, como presentar a los personajes e introducir los giros cuando tocan. Y si de algo sabe el director inglés, es de crear personajes con carisma, ya sean héroes o villanos. Aquí lo ha vuelto a conseguir, en una cinta donde lo mejor, además de Statham, son los secundarios, el ya citado Grant, en su tercera colaboración con Ritchie, y un sorprendente Cary Elwes, el que fuera protagonista de La princesa prometida y que, de un tiempo a esta parte, ha vuelto a la primera plana cinematográfica.
El grupo de espías, pese a cumplir con los estereotipos de este tipo de producciones: el líder; la chica guapa; el informático o el especialista en intendencia distan mucho de ser los típicos agentes. Cierto que son grandes profesionales y los mejores en lo suyo. Pero no paran de lanzarse pullas entre ellos, y dentro de su gobierno no están bien vistos debido a su forma de ser, o la forma que tienen a la hora de cumplir con las misiones que se les encomiendan. Puesto que se suelen salir de los cauces habituales a la hora de llevarlas a cabo.
Se le puede acusar a Statham de que suele hacer el mismo rol, que no suele arriesgarse a la hora de protagonizar sus filmes, algo en lo que no estoy de acuerdo. Baste recordar Safe, Parker o El protector para ver a un Statham más serio, sin apenas soltar frases cortantes y con unas interpretaciones más que dignas. Además que el tío es puro carisma, y sabes que te lo vas a pasar bien viendo al bueno de Jason ya que su sola presencia ya vale el precio de la entrada.
Tal y como finaliza la cinta, que evidentemente no voy a decir, Ritchie lo deja abierto a futuras secuelas. Algo que espero que ocurra. Pero también llevo mucho esperando para ver la secuela de Operación U.N.C.L.E, título a reivindicar, y por ahora no hay noticias que se vaya a producir. Lo cual es una verdadera pena.
Esta no será la última cinta que veamos de Ritchie este año, ya que tiene pendiente de estreno The covenant con Jake Gylenhaal, y en televisión estrenará The gentlemen, spin off del film homónimo. Por lo que tenemos Ritchie para rato, y yo que me alegro.
Si os gustan los thrillers ligeros, sois seguidores de Statham o si simplemente queréis pasar un buen rato, Operación Fortune es una buena opción. Si la veis seguro que no os arrepentiréis en absoluto.
A continuación el trailer:
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