Algo tendrá el mar que nos llama tanto la atención. Tanto para lo bueno como para lo malo. En la parte positiva los baños, el surf o el buceo. En la parte negativa, criaturas, ya sean reales o no, que llevan atemorizando a la humanidad desde los primeros pasos del hombre. Son precisamente estos seres los protagonistas de la entrada de hoy, en las que un autor habitual de este blog regresa después de mucho tiempo sin escribir y además lo hace acompañado por un escritor que debuta aquí. Así pues, veamos que horrores les deparan las profundidades a los marineros del barco Sea Wanderer.
Escrito a cuatro manos por Juan De Dios Garduño y Óscar García Morón, la trama nos cuenta como el capitán Blake Snyder y su tripulación del Sea Wanderer se embarcan en una nueva temporada de pesca en el traicionero mar de Bering que puede ser una importante inyección económica. Pero, cuando de manera inesperada se encuentran con una criatura surgida de las profundidades, los marineros tendrán que hacer frente a una amenaza como nunca antes han conocido.
Muy entretenida novela, con un claro aroma a la serie B de videoclub. Ambos autores visitan lugares ya conocidos, ya sea en la literatura o en el cine. Al ir avanzando en su lectura, uno de los primeros referentes que a uno se le vienen a la cabeza es Deep Rising la muy divertida cinta dirigida por Stephen Sommers en la que los pasajeros de un crucero de lujo y unos piratas también se enfrentan a unas criaturas surgidas de las profundidades del mar.
Los personajes son todo estereotipos, con lo que ello conlleva, tanto para lo bueno como para lo malo. Tenemos al valiente capitán, al viejo cocinero, al joven marinero y al típico broncas, que además es español y que se convertirá en uno de los villanos de la obra. Un malo que, como viene siendo habitual en la obra de Garduño, es un cabronazo de tomo y lomo y no tarda en hacerse odiar. Y es que, si de algo sabe el autor de Y pese a todo, es crear antagonistas a los que uno les coge manía enseguida.
La acción, hasta que aparece el monstruo, tarda algo en arrancar. Ya que ambos autores nos están preparando ante lo que está por venir. Pese a ello, no faltarán instantes en los que los marineros tendrán que hacer frente a tormentas, y a la tensión que supone no encontrar la tan preciada pesca que les puede suponer una buena inyección económica a sus maltrechas cuentas, sobre todo en el caso del capitán que se encuentra bastante acuciado por las deudas debido a un pasado relacionado con las drogas.
Es precisamente Blake el personaje que se encuentra mejor definido de todos los protagonistas. Tanto él como su hermano Michael, también integrante de la tripulación, no tuvieron una infancia fácil y, a la hora de mostrar sus sentimientos, el capitán del Sea Wanderer es incapaz de hacerlo, pese a que quiere a su mujer e hija, como a su hermano.
Es en los instantes finales, cuando ambos autores aprietan el acelerador y nos muestran escenas bastante sangrientas, en las que la criatura hará de las suyas desmembrando a todo aquel miembro de la tripulación que se encuentre con él. Pero también el español hará de las suyas en no pocas ocasiones, ya que hará no pocas putadas.
Son precisamente alguna de estas faenas, las que me hicieron soltar algún que otro exabrupto. No me las esperaba en absoluto, y menos a esos dos personajes a los que uno había cogido tanto cariño. Ignoro que autor fue el responsable, pero si tuviera que apostar diría que ha sido Garduño. Puesto que el autor, es único a la hora de putear a sus lectores y sorprendernos con un giro o muerte inesperado.
El final, que por supuesto no voy a desvelar, deja una puerta abierta de cara a una posible secuela. En caso de producirse, sería bastante interesante ver con que nos sorprenden ambos autores. Puesto que esa compañía secreta seguro que tiene algo que decir. Y es que, como sabemos, las compañías farmacéuticas son únicas a la hora de crear virus. O si no, que se lo digan a Víctor Blázquez, autor de la saga el cuarto jinete.
El libro es un divertimento, una lectura ligera y que te evade durante un par de horas. De vez en cuando se agradecen este tipo de lecturas, aquellas que te hacen pasar un rato entretenido para luego poder leer libros más serios, por así decirlo.
Tanto si os gustan las obras o películas que transcurren en el mar, como si os gusta el terror, este es un libro recomendable.