El pasado viernes, se estrenó la nueva cinta de Christopher Nolan. Y, desde luego, que la espera ha merecido la pena. Tras la ligera decepción, aunque servidor la defiende, que supuso Tenet su anterior propuesta, Nolan ha hecho su film más redondo hasta la fecha. Tres horas que, aunque parezcan excesivas, no lo son en absoluto. Así pues, veamos que se esconde tras la nueva película del realizador de la saga Batman.
Escrita y dirigida por Christopher Nolan, la trama nos cuenta la vida de Robert Oppenheimer, Cillian Murphy, en dos líneas temporales: en una de ellas nos narra como se creó la bomba atómica, y las consecuencias morales para su persona. En la segunda, el científico tendrá que hacer frente a un juicio por estar en contra de la política de Lewis Strauss, Robert Downey Jr, presidente de la energía atómica que le quiere destruir su imagen pública y poder político tras desestimar Oppenheimer sus preocupaciones sobre la exportación de radioisótopos.
En su reparto también nos encontramos en su numeroso reparto a Emily Blunt dando vida a su mujer Kitty; Matt Damon en el rol del general Leslie Groves uno de los apoyos del científico en la creación de la bomba; Gary Oldman como el presidente Truman; Florence Pough interpreta a Jean, un amor del científico o Tom Conti interpretando a Einstein.
Con su nuevo film, Nolan se confirma, si es que no lo había hecho ya, como uno de los mejores realizadores del cine actual. Aquí nos acerca la figura del científico, pero nos lo muestra con sus luces y sombras.
Varios son los momentos a destacar: la prueba de la bomba en Los Álamos, y su importancia en el devenir de los acontecimientos de la segunda guerra mundial; la reunión con Truman en donde expresa sus miedos sobre el uso de la energía nuclear; la conversación final con Einstein o su final, que por supuesto no voy a desvelar.
Uno de los aciertos del film, es, sin duda, Downey Jr. El que fuera Iron Man, da aquí muestras de su talento actoral, y ofrece a los espectadores una de sus mejores interpretaciones, al menos en opinión de quien esto suscribe, desde Chaplin. Aquí su personaje dista mucho de ser simpático, y se muestra como una gran némesis para Oppenheimer.
El otro gran acierto es, como no podía ser de otra forma, Murphy. El intérprete irlandés, uno de los habituales de Nolan, nos ofrece un auténtico tour de force interpretativo. Tanto a nivel físico, como mental.
No sería raro que ambos, tanto Murphy como Downey sean nominados por sus respectivos roles. Ambos están espectaculares, y sus enfrentamientos son bastante buenos.
Pero tampoco hay que perder de vista a Blunt. Aquí dista mucho de ser la típica esposa de los años cincuenta, tiene bastante carácter y, a pesar de sus problemas personales con el alcohol y sus roces con Oppenheimer, demuestra en no pocas ocasiones ser el mayor apoyo del científico.
Pese a que al principio, pueda parecer un poco caótico el argumento, debido a los saltos temporales y el cambio del color al blanco y negro, uno enseguida le coge el tranquillo. Aquí hubiera ayudado, que el realizador hubiera puesto el año en el que transcurre la acción.
Esta es una cinta de ritmo pausado, que no lento. En donde el director, y los actores, se toman su tiempo para contar la vida del hombre que, tanto para bien como para mal, cambió el rumbo de la historia.
Una película bastante adulta, en donde apenas hay humor, bastante drama y unas gotas de thriller, cuando la acción se traslada al juicio de Oppenheimer, y a las acciones de Strauss.
Una cinta de visión obligada para todos los amantes del séptimo arte y que, sin duda, será una de las grandes favoritas en los próximos Oscar.
A continuación el tráiler: