Ayer se estrenó, la tercera parte de la saga dirigida por James Gunn y que marca su despedida de Marvel. Y, desde luego, se ha ido por la puerta grande. Una cinta donde el drama, bastante presente por cierto, la comedia y la acción, conforman un cóctel cargado de adrenalina y emoción y que da en la diana en lo que esperan de Marvel sus seguidores, entre los que me incluyo.
Escrita y dirigida por James Gunn, la trama nos cuenta como los guardianes están viviendo en Knowhere, pero el pasado de Rocket, voz de Bradley Cooper, no para de atormentarle y, cuando sean atacados por Adam Warlock, Will Pouter, enviado por el Alto Evolucionador, Chukwudi Iwuji, para hacerse con lo que Rocket tiene en su cabeza, y quedando gravemente herido, Peter Quill, Chris Pratt, reunirá a los Guardianes, Drax, Dave Bautista; Nebula, Karen Guillan; Mantis, Pom Klementieff; Groot, voz de Vin Diesel y de nuevo a Gamora, Zoe Saldaña, para salvar la vida de su amigo.
Había muchas ganas, de que se estrenase esta cinta. Y es que, después de una floja Fase 4, y de la entretenida, que se le podía haber pedido más, Ant-Man Guardianes muestra el camino a seguir en esta Fase 5. Esto es, filmes divertidos, con un guion interesante, buenos efectos especiales y unos buenos actores.
Lo mejor de la cinta es, además de la historia de Rocket, el villano. Menudos dos villanos llevamos en esta fase. Kang demuestra ser toda una amenaza, pero, lo del Alto Evolucionador, es otra cosa. Es un malo al que odias, al que deseas que muera de la forma más dolorosa posible, y que esperas que los héroes le den hasta en el carnet de identidad.
Iwuji compone el que es, hasta ahora, el villano más repulsivo del universo cinematográfico de Marvel. Solo busca crear la sociedad perfecta, para él claro está, aunque para ello tenga que torturar a especies inocentes para alcanzar su objetivo. Busca un mundo donde nadie tenga defectos, aunque para ello no dude en sacrificar universos hasta conseguir su meta. ¿Os recuerda a alguien en particular?
Otro de los aciertos del film, es el pasado de Rocket. Gracias a los flashbacks, conocemos su doloroso pasado, y como llego a ser la figura que es ahora. Suyos son, los mejores momentos del film. Bastante duros, y donde vemos, que su sentido del humor es una coraza con la que protegerse de los sucesos que le pasaron debido a los experimentos del villano.
La labor de Pratt como Quill, también es destacable. Ya poco queda de aquel pirata juerguista y bromista. Ahora es una persona bastante deprimida, que ahoga sus penas en el alcohol y que no ha superado la perdida de Gamora, acontecida en Vengadores: Infinity War. Pese a que ahora haya otra Gamora, no es la persona que él recuerda. Y eso es algo que le duele.
Algo que me sorprendió, fueron algunos instantes violentos que ocurren a lo largo del film. Uno especialmente en el final, y que te deja sorprendido, debido a que pocas veces se ha visto algo así a lo largo del UCM. Y es algo que se agradece ver, tal vez pueda impactar a los niños más pequeños, e incluso a los espectadores más adultos, pero, sin duda, hay que aplaudir la valentía de Gunn a la hora de mostrar ese momento determinado.
Los efectos especiales son una mejora notable, con respecto a los vistos en Ant-Man y que, eran sin duda, bastante mejorables. Aquí están bien integrados, apenas se notan, y, sobre todo, indican el camino a seguir, después de que éstos, fueran una de las asignaturas pendientes de Marvel. Ahora, tan solo queda esperar a que, en producciones futuras, sigan por la misma senda.
La cinta supone, tal y como he dicho antes, un broche de oro a una de las sagas más queridas por los seguidores del UCM. Cuando se estrenó nadie apostaba, a que se convirtiera en el bombazo que acabó siendo. Ello es debido a la buena dirección, y a la estupenda química que se establece entre todos los miembros del reparto.
Si hubiera que ponerle un pero, es que los momentos más ligeros dan paso a los instantes más dramáticos. Sin apenas conceder un instante al espectador, para que pueda cambiar el chip. Te estás riendo con un buen golpe de humor y, antes de que te des cuenta, la sonrisa se te queda congelada en el rostro. Y no son pocas las ocasiones en las que esto ocurre.
Otro pero es Warlock. Apenas aparece y no exploran del todo su personalidad. Algo que resulta una pena, puesto que es un personaje bastante importante. Tal vez en futuras entregas Marvel, desarrollen más su personalidad y le den la importancia que se merece.
La banda sonora es, como en los dos anteriores volúmenes, bastante acertada. El gusto musical del realizador es excelente, y sabe que canción poner en el momento adecuado. Todo son temazos del rock, variando de los 70 hasta épocas más actuales. Seguro que más de una canción de las que suenan a lo largo del film, será del gusto de los más mitómanos.
Es en el tercio final,cuando Gunn pone toda la carne en el asador, y nos ofrece instantes de acción bastante chulos. Una batalla en la que los guardianes, tendrán que poner sus habilidades a prueba más que nunca, si quieren salir vivos de la misión por amistad en la que se han metido.
Las dos escenas postcréditos, merecen la pena. Tranquilos que no las voy a desvelar, pero ambas nos anticipan futuras aventuras de los héroes.
Si os gustaron las anteriores entregas, seguro que también lo hará esta.
Como viene siendo norma habitual, os dejo con el tráiler de la entrada de hoy:
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