El pasado viernes, se estrenó en nuestras pantallas la tercera aventura de Creed. He de decir que iba un poco con la mosca tras la oreja, principalmente debido a la ausencia de Stallone. Pero, una vez vista, estos temores eran infundados, y me encontré con una más que agradable sorpresa sobre la saga de este boxeador que, desde su estreno, no ha parado de dar alegrías a los aficionados a este deporte.
Dirigida por Michael B. Jordan, en lo que supone su debut como realizador, y escrita por Zach Baylin y Keenan Coogler, la trama nos cuenta como tras su retiro como boxeador Adonis Creed, Michael B Jordan, vive con su mujer Bianca, Tessa Thompson, y la hija de ambos Amara, Mila Davis-Kent. Pero, tras la salida de prisión de su antiguo amigo Damian Anderson, Jonathan Majors, nuestro protagonista tendrá que volver a calzarse los guantes para una lucha en la que está en juego algo más que un título.
Más que interesante film y que supone un paso hacia delante en la saga. Jordan ha demostrado buenas maneras en su debut tras las cámaras, Sabe imprimir buen ritmo, y, el personaje de Adonis ha ido evolucionando, a medida que los filmes se iban estrenando.
Ya queda poco de aquel joven gallito, aquí ya es un padre de familia responsable, a pesar que, de vez en cuando, deje salir ese aire canalla, sobre todo en la relación con su hija. Ahora no quiere meterse en líos, pese a que fue uno el que motivó la entrada en prisión de Damian, y que marcará el destino de ambos.
Uno de los aciertos del film es, sin duda, Majors, El intérprete, que ya aparecía en Ant-Man y la avispa: Quantunmania vuelve a componer un buen antagonista. Aquí compone un buen villano, al que uno puede entender las motivaciones que le mueven y comprende el motivo de su venganza. No es un malo al uso, cuya motivación es enfrentarse al protagonista para demostrar que es más fuerte que él.
Pero los otros dos protagonistas principales, Jordan y Thompson no le andan a la zaga. Su química es más que evidente, algo que ya demostraron en la primera entrega de la saga. Ambos han sabido crecer al ritmo que lo han hecho Adonis y Bianca. Poco queda ya de aquellos jóvenes que conocimos en Creed. Ahora disfrutan de una posición que les ha costado alcanzar, pero en ningún momento olvidan de donde provienen. Los dos se complementan y se apoyan en los momentos más complicados que aquí se les presentan.
Los combates de boxeo están bien coreografiados, e incluye un par de momentos que suponen un gran acierto, extendiendo la rivalidad entre los antiguos compañeros. Por supuesto, tal y como ocurrió con las dos anteriores y las cintas madre, las de Rocky, no faltan las secuencias de entrenamiento por ambos bandos. No sé si al resto de gente le pasará igual que a mi al ver este tipo de escenas, en las que suena música épica y uno ve los esfuerzos de ambos y como van evolucionando de cara al combate. Es ver acabarlas y a uno, por lo menos en el caso de quien esto suscribe, le entran ganas de ponerse a correr como loco y a hacer flexiones como si no hubiera un mañana.
La ausencia de Sly se comprende. Aquí Adonis quiere volar solo y alejarse de la sombra de Rocky. Pese a ello, no hubiera estado mal que apareciese en forma de cameo, o incluso en una conversación telefónica con su protegido. Y es que, no hay que olvidar que Stallone ha salido discutiendo con Irwin Winkler, quien no solo fue el productor de las dos primeras cintas de Creed, sino también de la saga de Rocky, por temas de derechos sobre Balboa. Ya que, según parece, el actor de Rambo apenas ha visto un centavo de lo que ha generado el potro italiano en forma de merchandising.
El final de la cinta queda abierto a una futura entrega, la cual, si se llega a hacer y mantiene el nivel visto hasta ahora, será bienvenida. Ya que hay ganas, por lo menos en el caso de quien esto suscribe, de saber que nuevas aventuras le esperan a Adonis.
Si os gustaron las dos anteriores, o si os gustan las cintas de boxeo, este film supone una buena ocasión para pasar un par de horas entretenidos frente a la gran pantalla.
A continuación, y como viene siendo norma habitual, os dejo con el tráiler de la entrada de hoy:
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