Cuando en 1996, Wes Craven dirigió Scream escrita por Kevin Williamson, lejos estaban de adivinar que sería el inicio de una saga y que serviría de inspiración para la entrada de hoy. Un libro en el que las referencias al cine slasher y giallo, no paran de sucederse a lo largo de sus páginas. Desde aquí, dar las gracias a la editorial por el ejemplar de cortesía, con el que ha sido posible la reseña.
Guau, no sé me ocurre otro término con el que definir a esta novela. Todo funciona como el mecanismo de un reloj, en el que sus piezas encajan y se nos van mostrando poco a poco. Hasta que, una vez montadas, lo que se muestra a los lectores es una maravilla de ingeniería terrorífica.
El autor demuestra, no solo un gran conocimiento sobre las cintas clave del slasher, con Bahía de sangre de Mario Bava a la cabeza, y que la protagonista de la obra cita en bastantes ocasiones. Si no también por filmes claves del género como Viernes 13, Pesadilla en Elm Street o, la desconocida y a reivindicar La quema.
Nuestra protagonista es un personaje con bastantes matices. Según va avanzando la trama, descubrimos de donde viene su afición a este género cinematográfico, y también un suceso que hizo que cambiara su personalidad. El personaje tiene su carisma, pese a que en algunos momentos, te llegue a sacar de quicio con sus decisiones y manera de pensar.
Si bien al principio se nos cuenta el asesinato de dos turistas holandeses, luego Jones no vuelve a mostrar más muertes. Hasta que llegan los dos últimos capítulos, donde el autor pone toda la carne en el asador, y nos muestra decapitaciones, desmembramientos, tiros a bocajarro o empalamientos varios. Es decir, el ABC de todo buen slasher que se precie.
Y además, es que no se corta en ningún momento a la hora de narrarnos las diversas muertes, que van sucediendo ante nuestros ojos.
Como buen libro de terror, y con enormes guiños al género ya citado, Jones también nos muestra su amor por las novelas de misterio, sobre todo las escritas por Agatha Christie. Juega con nosotros planteando quién será el asesino.
Una vez llega la revelación del mismo, nuestra mandíbula llega al suelo. Puesto que, una vez se descubre su identidad, que por supuesto no voy a desvelar, el autor mete un giro de 180° que nos descoloca por completo, por lo menos así ocurrió en mi caso.
Tal y como se nos muestra en sus primeras páginas, esta es la primera parte de la llamada Trilogía del lago Indian, siendo la entrada de hoy el primer libro. Ya estoy deseando saber como continua la historia y que nuevas historias nos tiene preparada Jones ambientadas en este lugar.
Con razón ha obtenido premios está novela. No solo cuenta una historia atractiva, sino también que cuenta con unos personajes interesantes y, pese a que son los típicos que te puedes encontrar en cualquier slasher, el autor sabe hacerlo de forma que no resulte soso en ningún instante.
Esta es la segunda novela que leo de este escritor, y dudo que sea la última. Ya que si bien le pude descubrir con la ya citada El único indio bueno, aquí ha conseguido que le preste más atención. No solo por su estilo a la hora de narrar, sino también por la manera en que lo hace y como construye a sus personajes.
La editorial no para de darnos alegrías a los aficionados al terror. No solo por publicar obras que son desconocidas para el gran público, sonó también por el cariño que le ponen a la hora de presentarlas, y que han conseguido que, poco a poco, vaya haciéndome con parte de su catálogo. Gracias a este sello, pude disfrutar y descubrir a Jack Ketchum, autor que consiguió cabrearme bastante con su obra La chica de al lado, de la que recomiendo su lectura. Pocas veces los monstruos son tan reales como aquí.
Tanto si os gusta Scream, como el género de terror, esta es una lectura que recomiendo. No solo os vais a divertir pasándolo mal, sino también por qué vais a descubrir cintas, cómo ocurrió en mi caso, que os harán apreciar más el terror. Filmes que se encuentran en el apéndice final del libro, con su título en original, así como su fecha de estreno.
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