Un año más, fieles a su cita, la orquesta liderada por el carismático director Constantino Martínez-Orts regresan a la capital riojana para dar muestras de su buen hacer, y ofrecer a la audiencia dos horas y media de puro entretenimiento. En esta ocasión, volvieron a mezclar temas más clásicos del séptimo arte, con los más modernos. Incluso hubo lugar para la animación. Pero no adelantemos acontecimientos todavía, tomemos un respiro y allá vamos. Desde aquí, dar las gracias a la organización por las entradas de cortesía con las que poder hacer la reseña de hoy.
Sobre este escenario vacío, pocos minutos después el director y su banda harían las delicias de los allí congregados.
Con una puntualidad británica, comenzó el espectáculo a las siete y media. El tema escogido para dar inicio al concierto fue Skyfall, que fuera cantada por Adele en el film homónimo de 007, y que interpretó con voz potente, y que nada tenía que envidiar a la intérprete original, por Judit Uris, con un vestido muy elegante. Una vez recibido el caluroso, y más que merecido aplauso por parte de la audiencia, comenzó el concierto.
Constantino fue el encargado de dar la bienvenida al público, y de explicar de donde venía el término que daba nombre a la actual gira de la orquesta. Así, todos supimos que Henko es un vocablo japonés que significa "cambio transformador que no tiene retorno". Algo que, tal y como se encargó de recalcar el director en cada introducción de los temas, sufren los protagonistas de las bandas sonoras que formaron parte del espectáculo.
Para el primer tema, nada como vestirnos de piratas, surcar los mares y beber un buen trago de ron, acompañando a Errol Flynn como El capitán Blood, compuesta por Erich Wolfgang Korngold. Buen tema de aventuras, y que, tal y como ocurre con los temas clásicos de este tipo de género, nos introduce de forma rápida a las aventuras que está a punto de sufrir el protagonista. Si bien he visto la cinta un par de veces, no había prestado tanta atención a su música. Y me sorprendió gratamente.
Después de surcar los mares, era el momento de volver a viajar en el tiempo. Más concretamente, a la antigua Roma, acompañando en su viaje al esclavo más famoso de la historia del cine, que lideró una revolución de esclavos y puso en jaque a Roma. Por supuesto, me estoy refiriendo a Espartaco, de cuya banda sonora se encargó Alex North. El tema escogido por Cosntantino y su orquesta, fue el tema de amor. Un tema sencillo, pero que es muy bonito. Resultaba imposible, al menos en mi caso, no cerrar los ojos y ver a Kirk Douglas y Jean Simmons, viviendo su amor dirigidos por Stanley Kubrick.
Concluido este tema tranquilo, era la hora de subir pulsaciones. Por ello, era el momento de subir al espacio. A la misión lunar fallida más famosa de la historia, y que hizo famosa las palabras "Houston, tenemos un problema". James Horner recogía el testigo de North, para ofrecernos una suite, donde la épica, los instantes más tranquilos y la heroicidad se dan la mano para emocionar a la audiencia y conseguir el objetivo de emocionarnos más allá de nuestro satélite principal.
Una vez en tierra, otra suite, y no sería la última, viajábamos a Sicilia para conocer al Padrino más famoso de la historia del cine. Con este tema me resulta complicado ser imparcial, puesto que la saga de El Padrino, es de mis cintas de cabecera. La FSO escogió la suite correspondiente a El Padrino II, donde aparecen desde el vals de Vito, al tema de Kay. Sin duda, uno de los temas que más me gustaron de esta primera parte del concierto, y que con Rota, alcanzaba la mitad de su primera parte.
Era el momento de viajar a la China imperial, de la mano de Jerry Goldsmith y su partitura para Mulan. Pero eso no era todo, en mitad de la suite, y tal y como nos avanzó Constantino en la introducción al tema, en mitad del mismo sonó el tema Reflejos, cantado en su versión original por Christina Aguilera, y cantado, una vez más, por Judit. Impresionante voz una vez más. En opinión de quien esto suscribe, supone un gran acierto eso de mezclar partes instrumentales con vocales, ofreciendo una experiencia más completa a los que tuvimos oportunidad de asistir al evento.
Después de China, cogimos un avión y viajamos a San Francisco. Más concretamente a la cárcel de Alcatraz, donde un grupo de héroes intentará impedir que un militar renegado trate de lanzar gas nervioso sobre la ciudad. Me estoy refiriendo a La Roca, compuesta entre otros por Hans Zimmer, Harry Gregson-Williams y Nick Glemmie-Smith. El tema escogido fue el da inicio al film dirigido por Michael Bay, Hummel gets the rockets. De siempre me ha gustado esta banda sonora, por lo que oírla en directo fue toda una experiencia. Me encantó, así sin más.
Ya solo quedaban dos temas para poner punto y seguido a esta primera parte. El penúltimo tema escogido pertenecía a la secuela de Ice age, compuesta por John Powell. De nuevo pudimos oír una suite. Un tema simpático, sobre todo cada vez que se ponía en las partes más animadas.
El tema escogido por la orquesta para dar cierre a esta primera parte, fue la suite compuesta por Patrick Doyle para la cuarta entrega de la saga de Harry Potter, Harry Potter y el cáliz de fuego. Tal y como avanzó el director en la presentación del tema, diversos momentos se dieron cita. Desde los más animados, hasta los más cargados de tensión y románticos. A mí, desde luego, me gustó bastante. Después de interpretarlo, era el momento para que, tanto la orquesta como el público, se tomará un respiro para encarar con fuerza la segunda parte del concierto.
De vuelta a los asientos, y antes de comenzar la segunda parte la FSO hizo un pequeño concurso con el que poder ir a Hollywood. Como no podía ser de otra forma, mi acompañante y yo participamos en el mismo.
El compositor escogido para dar el pistoletazo de salida a esta segunda parte, fue Henry Mancini. Más concretamente, la obertura de Desayuno con diamantes. Un tema cálido, y una buena forma de comenzar la parte dos del concierto.
Aquí llegó una de las dos primeras sorpresas agradables que me lleve en esta parte dos. Rachel Portman, la primera mujer en ganar en ganar el Oscar a la mejor banda sonora, fue la escogida con su partitura para Las normas de la casa de la sidra. Si bien he visto el film, la suite interpretada por la FSO consiguió sorprenderme lo bastante, para que vuelva a darle una nueva oportunidad, tanto a la cinta como a su música.
No es un concierto de la FSO, si no aparece John Williams. No se pueden entender el uno sin el otro. Pero, tal y como viene siendo marca de la casa, decidieron tomar otros derroteros y sorprender con la suite de Siete años en el Tíbet. Aquí tengo que hacer mención a la parte del violonchelo a cargo de Rocío Fuentes. Increíble, no se me ocurre otra forma de definir a la interpretación solista de la artista. Gracias a la orquesta por interpretar este tema en directo.
Ahora el momento de viajar al espacio, y no sería la última vez en esta segunda parte del concierto. Constantino y su orquesta decidieron hacer viajar al público a bordo del Enterprise, con los diferentes compositores que han prestado su talento a la hora de narrar las aventuras de Kirk, Spock y Picard a lo largo de los años, ya sea en televisión o en la gran pantalla. Por lo que no era de extrañar de Giaccino, Goldsmith, Rosenman y Eldelman hicieran acto de aparición. Ya sea con el tema original del show original, o con la propuesta más reciente en cines.
Después de explorar el espacio, volvimos a la tierra para conocer la historia de amor entre una princesa india y un conquistador, con el tema Colores en el viento, compuesto por Alan Menken para Pocahontas. Una vez más, Judit dejó al público con la boca abierta con su técnica vocal.
Era el momento de ir concluyendo el concierto, y el elegido para hacerlo fue John Williams con dos temas. El primero de ellos, fue el tema que el famoso compositor hizo para la serie Obi Wan Kenobi, y donde los espectadores se encontraron con una agradable sorpresa, que fue recibida con no pocos aplausos.
El segundo de ellos, pertenece a la suite compuesta para la segunda parte del arqueólogo más famoso de la historia del cine. Aquí de nuevo me resulta complicado ser imparcial, puesto que es una banda sonora que me encanta. Y es que, a Indiana Jones y el templo maldito, le tengo un cariño especial. Me pareció una forma muy chula de dar punto y final a un concierto.
Los bises no se hicieron esperar. El fontanero más famoso de la historia del cine, con su reconocido tema y música del film Super Mario Bros- La película arrancó no pocos aplausos. Y, como no podía ser de otra forma, la cantina de Mos Eisly fue la encargada, ahora si, de dar por concluido el concierto.
Pocos peros hay que ponerle a este nuevo espectáculo. Los temas escogidos fueron acertados, si bien algunos me gustaron algo más que otros. La luz supuso un acompañamiento más que acertado a la música a cargo de estos grandes profesionales de la música.ç
A Constantino es un placer oírlo hablar. No solo por como vive la música, sino de como explica los temas que vamos a oír y de la ilusión de como habla de los mismos. Es una autentica maravilla, vive la música y ama su profesión, lo que transmite al público.
Si la FSO pasa por vuestra ciudad, no lo dudéis e id a verlos. Seguro que no os arrepentiréis.
A continuación, os dejo con un par de fotos que pude hacerme en el evento.
Espero que os haya gustado la entrada de hoy.