Tras una larga temporada sin aparecer por este blog, hoy vuelve un autor que no para de deparar alegrías cada vez que publica una nueva obra. Y en esta ocasión, regresa con la que, sin lugar a dudas, puede ser su mejor trabajo hasta la fecha. Una novela en la que se unen la historia y el thriller, para ofrecer a los lectores una trama trepidante, no exenta de sorpresas y giros argumentales.
Escrita por Alberto Caliani, la trama nos cuenta como durante el reinado de Marco Aurelio, el emperador parte al norte de Germania para derrotar a los bárbaros. En su ausencia, el emperador dejará en Carnuntum a su hombre de confianza, Jano Convector, conocido como el puño del emperador. Por otro lado, un líder bárbaro envía a Tamura, su mejor espía y asesina, con un mensaje para el emperador para tratar de conseguir la paz. Pero ambos, Jano y Tamura se verán enfrentados a una serie de crímenes que asolarán la tranquilidad de la ciudad.
Increíble, no se me ocurre otra forma de calificar este libro. Si ya en la conspiración del rey muerto el autor ya mezclaba la historia y el thriller, aquí da un paso más y lo mejora. No solo nos traslada a una Roma que ya empezaba a dar síntomas de perder su hegemonía como gran imperio. Y en esas nos encontramos, con un Marco Aurelio poco tiempo antes de fallecer, ya que la novela se encuentra situada en el 171 d.C.
Dentro de la novela, además de los protagonistas principales, nos encontraremos con un buen puñado de secundarios que, sin duda, tienen su momento de lucimiento. Entre ellos nos encontramos a Ictis, un hábil buscavidas; Maiôsara, aliada de Tamura o Jaret, otro hábil espía que pondrá, en pocos aprietos, a nuestros protagonistas gracias a su falta de escrúpulos.
Varios son los elementos a destacar dentro de la obra. Uno de ellos es la historia, puesto que en no pocas ocasiones tuve que interrumpir la lectura para ver el significado de alguna palabra que otra, cómo por ejemplo ver de dónde era el pueblo sármata, que era completamente desconocido para mi hasta que comencé la lectura del libro.
Otro de los factores a destacar es que el autor no se corta a la hora de narrar a los lectores escenas sangrientas. Y ojo que las encontraremos a lo largo de sus páginas, algunas de ellas bastante impactantes, ya que son muy gráficas y pueden resultar bestias para estómagos sensibles no acostumbrados a este tipo de momentos.
Las escenas de acción descritas son, simplemente, espectaculares. No solo por lo bien escritas que están, sino por lo espectaculares que resultan. A medida que las iba leyendo, me las imaginaba reflejadas en la gran pantalla, siendo el resultado impresionante. La del Coliseo o los instantes finales, por poner un ejemplo, te hacen tener la boca abierta.
Tanto Jano como Tamura son personajes con aristas, con grises en su interior. Ambos tienen heridas internas que, por mucho que quieran e intenten olvidar, no han sanado. Tan solo con la compañía de ambos, esas cicatrices parecen empezar a sanar. Pese a que en su oficio han cometido atrocidades, los dos necesitan mucho amor, pese a que ambos provienen de mundos distintos.
Pese a la extensión del libro, poco más de 700 páginas, éste se lee rápido. Ya que los capítulos son cortos y resultan adictivos, una vez acabas uno en seguida quieres saber como va a continuar la historia. Es de esas tramas que te atrapan y resulta complicado abandonar.
Una gran novela, en todos los sentidos, y que no deberíais dejar pasar. Si os gusta la novela histórica, o los thrillers ambientados en épocas antiguas, no lo dudeis y dadle una oportunidad. Seguro que no os arrepentiréis.