Cuando uno piensa en Disney, lo primero que se le viene a la cabeza son sus cintas de animación, que marcaron y alegraron la infancia de no pocos niños a lo largo de décadas, y las cuales lo siguen haciendo, si bien ahora la productora del ratón se inclina más hacia la realización de películas animadas por ordenador, y tiende menos a hacerlas de forma clásica. Pero, hubo una época en la que la factoría de los sueños, se dedicó a hacer filmes con personas reales, algunos de los cuales cosecharon más éxito que otros. Precisamente, de eso es la entrada de hoy, un completo ensayo en el que su autor se dedica a descubrirnos aquellas producciones de imagen real, algunas más conocidas que otras, que ayudaron a forjar lo que es el gigante que conocemos hoy día.
Escrito por Alberto Corona, y con prólogo a cargo de John Tones, el ensayo realiza un recorrido nostálgico, y en ocasiones cargado de mala baba y también de cierta crítica hacia el estudio del ratón, sobre una serie de producciones que marcaron el devenir del mismo. Como no podía ser de otra forma, no están todas las que se hicieron, a pesar de que se nombran al principio del libro. Lo que hace el autor, es mencionar las más clásicas, o aquellas que permanecen más desconocidas para el gran público.
Tal y como se puede apreciar en su portada, el autor ha destacado tres de las producciones que marcaron lo que es Disney hoy día,lo cual queda más que confirmado al encontrarnos en la contraportada con fotografías de otros títulos de imagen real, con los que el estudio del ratón quería diversificarse, y atraer a un público más amplio, a la vez que quería labrarse una reputación de que podía hacer algo más que cintas de animación.
Y la primera ocasión que tuvo de demostrarlo, con Canción del sur, no anduvo exenta de polémica. Y es que, a no pocos puede extrañar que un estudio, en apariencia tan familiar como el creado por Walt, fuese capaz de realizar una producción con una fuerte carga racista. Si ya fue polémica en el momento de su estreno, imaginad que se vea hoy día, o incluso que se llegue a realizar de nuevo. Algo totalmente impensable, es por ello que incluso en su plataforma, no la hayan incluido. Al contrario que ha pasado con otros títulos que si se mencionan en el presente ensayo.
Y es que en el, por otra parte muy bien documentado capítulo, y uno de los mejores, al menos en opinión de quien esto suscribe, el autor no da puntada sin hilo sobre el título arriba mencionado. A uno le puede extrañar que Disney quisiera debutar de esta forma, en las producciones de imagen real, si bien con partes en las que personajes animados interactuan con seres humanos, pero desde luego la polémica está servida. Si bien fue un éxito de taquilla, las iras que levantó no fueron pocas.
El ensayo supone un viaje a la infancia, a alquilar las cintas blancas de Disney, llamadas así por el color de la caratula en las que fueron editadas en nuestro país por Filmayer, y dejarse llevar por los recuerdos. Recuerdo que, mientras leía el libro, en más de una ocasión una sonrisa se dibujaba en mi rostro, al recordar parte de las cintas que aquí se mencionan, y que seguramente alguno de vosotros habréis visto en alguna que otra ocasión. Así, películas como Pollyana; Un sabio en las nubes; Tú a Boston y yo a California y, por supuesto Mary Poppins, entre otras, son mencionadas a lo largo de las páginas del ensayo.
También, como no podía ser de otra forma, los lectores se encontrarán con datos desconocidos sobre alguna de estas producciones, y de la gente que formó parte de las mismas. Para un aficionado al cine como yo, sin duda me alegró y me sorprendió encontrarme con nombres que uno, en un principio, nunca asociaría a la factoría del ratón. Por citar tan solo un par de ejemplos, los lectores se encontrarán con los nombres de Connery, poco antes de ser Bond, o de Vera Miles.
Sin duda, la labor de investigación que ha debido llevar el autor ha debido ser bastante ardua, ya que algunos títulos me eran completamente desconocidos. Pero a la vez, y esto es tan solo una mera opinión, ,también creo que ha debido disfrutar al revisionar alguna que otra cinta, tal y como se destila en sus comentarios. Pero no creo que haya sucedido lo mismo con otras, las cuales no sufren el mismo destino que aquellas que sufren una mejor opinión.
Si acaso el único pero que hay que poner, es que en no pocas ocasiones el autor usa un lenguaje demasiado coloquial. En lo personal a mi no me importa, pero puede haber personas que se acerquen al ensayo y que ciertas expresiones le puedan echar para atrás, o que también, tal y como he mencionado en el párrafo anterior, el autor muestre más sus preferencias por según que cinta.
Pero tal y como digo, es un detalle sin importancia. Y es que las cosas a favor, tal y como la maquetación, las numerosas fotografías que acompañan a cada una de las cintas, el entusiasmo y esfuerzo volcados por el autor, hace que este ensayo nos permita descubrir la cara algo más oscura, adulta y deprimente del estudio creado por Disney.
Una vez más, la editorial nos ofrece un volumen que hace las delicias de los aficionados al séptimo arte, y que nos permite ver, conocer y descubrir, producciones más adultas y lacrimógenas, que ayudaron a sentar las bases de lo que es, a día de hoy, un gigante del entretenimiento.
Dadle una oportunidad, sin duda no os arrepentiréis en absoluto.